España sumó 108.155 autónomos entre marzo de 2021 y marzo de 2025, de los que 104.338 son emprendedores de nacionalidad extranjera, según datos del informe de la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos. Esta cifra representa el 96,5% del total del crecimiento del Régimen Especial de Trabajadores Autónomos durante este período.
Las diecisiete comunidades autónomas registraron aumentos en el número de emprendedores extranjeros, excepto las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, que perdieron cotizantes autónomos tanto nacionales como extranjeros. La Comunidad Valenciana lidera el incremento con 22.391 autónomos extranjeros, seguida por Cataluña con 21.046 y Andalucía con 15.509.
Nueve comunidades autónomas experimentaron descensos en el número total de cotizantes al RETA: Aragón, Asturias, Cantabria, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Galicia, Navarra, Euskadi y La Rioja. En todas estas regiones, el descenso correspondió a empresarios de nacionalidad española, mientras que los autónomos extranjeros aumentaron sin lograr compensar la caída total.
En las comunidades donde crecieron ambos colectivos, el incremento de autónomos extranjeros superó al de nacionales en términos absolutos, excepto en Andalucía, Canarias y la Comunidad de Madrid. La Comunidad Valenciana registró un contraste significativo: 22.391 autónomos extranjeros frente a 2.134 autónomos españoles.
Por sectores, todos sumaron autónomos extranjeros en los últimos cuatro años. La construcción lideró con 17.446 nuevos autónomos extranjeros, seguida por actividades profesionales, científicas y técnicas con 13.906, hostelería con 12.670 e información y comunicación con 11.115.
El comercio presenta la mayor diferencia sectorial: perdió 50.047 autónomos españoles mientras sumó 7.955 extranjeros, resultando en una pérdida neta de 42.092 autónomos. La agricultura registró un patrón similar con una pérdida de 12.519 autónomos españoles y un aumento de 1.736 extranjeros.
Lorenzo Amor, presidente de ATA, señaló que los autónomos extranjeros se han convertido en un pilar fundamental para el crecimiento del RETA y aportan vitalidad y dinamismo al tejido productivo español.